viernes, 20 de julio de 2012

cervezas en el menú


Voy a plantear una situación muy común en Buenos Aires y ante la cual no se bien cómo reaccionar.

Entrás a un bar de los que abundan en Palermo o en San Telmo, de esos que buscan una estética rústica, con aires de bodegón o de colección de objetos vintage. En el menú te encontrás con la gran cantidad de cazuelas y quesos o fiambres “de campo” (si este fuera un blog de quesos y/o fiambres, algo tendría que decir al respecto de la denominación “de campo”), alguna que otra ensalada de la huerta (¿Dónde corno tendrán la huerta en pleno Palermo?) y, por supuesto, algunas cervezas artesanales.

El caso es como están presentadas en el menú estas cervezas. En términos generales hay 3 tipos de presentación (por supuesto que en esto excluyo a los brewpubs o bares más dedicados específicamente a la venta de cervezas):
  • ·         Cerveza artesanal de elaboración propia: rubia, roja y negra
  • ·         Cerveza artesanal, y la marca. Otra vez, rubia, roja y negra o en este caso pueden verse denominaciones de fantasía de cada marca como morena, rubia y pelirroja; o Africana, polaca e Irlandesa, etc., etc.
  • ·         Cerveza artesanal, y la marca, la denominación de fantasía (opcional) y el estilo. En algunos casos en el menú se incluye una descripción organoléptica de cada estilo.
En la gran mayoría de los casos, con algunas excepciones por supuesto, los camareros y camareras tienen una noción casi nula de lo que están vendiendo o en todo caso una noción muy intuitiva y estereotipada, algo como: a las mujeres les ofrezco la rubia, a los varones les ofrezco negra y la roja para los que manifiestan tener ganas de probar alguna cerveza distinta.
Desde ya, creo que la forma correcta de presentar la cerveza es la última, y así como los mozos saben que trae adentro el sanguche completo full full con levantavidrios eléctrico y dirección asistida, deberían saber qué características tienen las cervezas que ofrecen y, si es posible, alguna recomendación de maridaje.

Ahora, al principio menciono una situación en la que no sé cómo reaccionar, y es cuando me encuentro en un bar con un menú como el primero. No dice nada, ni marca, ni estilo, ni características, ni nada.
No siempre quiero gastar ese dinero para encontrarme, como me pasó en el 90% de los casos de menús de este tipo, con una cerveza turbia, contaminada o en el mejor de los casos desbalanceada. Si tuviera una marca, por lo menos sabría que marca no me gusta, si hubiera una descripción más detallada, por lo menos me da la impresión de que hay alguien preocupado por el producto detrás. Pero así, no. Así es como si en el menú pusieran, “Carne: A la parrila, al horno o a la plancha”.

Entonces: ¿Qué hago en este caso? Estas son las opciones que se me ocurren. 

1- Llamar al/a camarero/a y pedirle si puedo hablar con quien hace la cerveza, o si puede traerme un sorbo de cada una para tener los elementos que el menú no me da para elegir que pedir.
2.       2-  Aceptar que es poco probable que la cerveza que estoy buscando esté en ese lugar y simplemente no pedir cerveza, comerme mi sanguche con una fresca gaseosa con hielo en abundancia y no mirar atrás.
3.       3- Pedir alguna de las cervezas, si no me gusta, simplemente dejarla y si está contaminada o tiene algún defecto grave devolverla al grito de ¡¡ Justicia, Justicia, exijo una explicación!!
4.       4- Pedir alguna de las cervezas, si no me gusta o tiene algún defecto grave dejarla llena y pedirme una gaseosa, rogando el mozo se de cuenta, le importe y me pregunte.

¿Hay otras? ¿Cuál debería elegir?

Personalmente creo que debería optar por la número 1, o a lo sumo la número 3, pero no, al final siempre termino utilizando la 2 o la 4, soy demasiado boludo tímido como para eso, y de más está decir que nunca, jamás nadie me preguntó porque dejé el vaso de cerveza intacto, simplemente me lo cobraron, y se lo llevaron, según mis asesores, para condimentar la ensalada de la huerta.

3 comentarios:

  1. Devolver la cerveza. Explicar por qué de manera simple (por ej. está agria). En la mayoría de los casos, el personal ni siquiera probó lo que está vendiendo y quizás esa es una manera de educarlos...

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  2. Si, es una opción, no siempre, pero me ha pasado que recibí respuestas del estilo "La cerveza artesanal es así". Aunque eso no lo hago desde hace mucho, capaz que las cosas cambiaron ultimamente.

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    1. Bueno, ahí es donde se puede sacar algo de chapa. Decir que te dedicás a hacer cerveza, o alguna cosa por el estilo, y tirer algún que otro término técnico...

      Pero hay otra cosa acá, la falta de inteligencia. Si yo estoy vendiendo una birra hecha por terceros, puedo ser hijo de puta y hecharle la culpa al elaborador, pero si la cerveza es "elaboración propia" ya soy un pelotudo a pedal...

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